El alemán sumó otra pole más, la cuarta primera fila azul consecutiva, y volvió a disfrutar del mejor coche de los últimos años, un RB8 hijo del mago Newey, del que se acordó Alonso: “Así es imposible, ahora luchamos contra Newey”
En silencio. Tapado por una funda de color negro. Así dejó Fernando Alonso su coche antes de irse a descansar al lujoso hotel rodeado de miseria donde descansan los pilotos. Miró al F2012 y le lanzó un mensaje que compartió con el mundo: “Descansa que mañana tenemos que darlo todo”. El corazón del bicampeón español sigue creyendo en que la victoria es posible. Por mucho que las matemáticas se empeñen en demostrar, calificación tras calificación, lo contrario.
Y Vettel es un soberbio piloto, no hay duda. Pero lo que encrespa a Hamilton y a la estrella española es que el chico de oro alemán disfrute de un monoplaza de otro planeta. Sobre todo a una vuelta. Si analizamos los tres últimos años, Alonso ha superado a su rival alemán sólo en ocho ocasiones de 55 grandes premios. Este año, mientras las prestaciones han sido más parejas, lo ha conseguido en seis ocasiones. En 2011 nunca. Y en 2010, sólo en dos. El problema es que Seb no necesita hacer una vuelta perfecta para ser el más veloz.
Incluso con un mal intento, como ayer, sumado a otro regular, el segundo, el actual líder del Mundial es capaz de lograr la pole. Por si acaso, le retiran a su compañero Webber a boxes para que pueda lograrlo. Esta por ver el día que Alonso pueda hacer una pole en semejantes condiciones. O que se la dispute con Massa.
Pero pese a todo ese hándicap, la estrella de Ferrari casi gana el título de 2010 y sigue aún vivo en este 2012. De ahí que recuerde nada más bajarse del coche y clasificarse quinto en parrilla que a él ahora mismo los que le superan son los monoplazas: “Al final no estoy preocupado porque sé que es imposible ganarles los sábados. Cuando un equipo hace cuatro dobletes seguidos en la primera fila no hay nada que hacer. Cuando los coches eran más o menos iguales, hasta hace cuatro carreras, yo era líder. Ahora ya no luchamos contra Vettel, luchamos contra Newey. Y con eso no digo nada contra Sebastian, que es bicampeón del mundo”.
El aliado de Alonso para evitar la victoria de Vettel puede ser Hamilton. El inglés terminó tercero entre derrapadas y cree en la victoria: “Tenemos un ritmo tan bueno en carrera tan bueno como los Red Bull, así que podemos aspirar a todo”. Sale por lo limpio. Fernando, por su parte, debe pasar a Button y atacar sin denuedo para evitar daños. Con fe, como la que demostró, ya en frío, ante la prensa británica: “Sé que está más difícil para nosotros, pero sigo convencido de que lucharemos hasta el final y ganaremos este Mundial”. Así sea.