En McLaren y Ferrari han entregado la cuchara y esperan ya un posible récord de victorias de Vettel. Pero Fernando seguirá luchando: “Tendría valor ser subcampeón con lo lejos que estamos de McLaren y Red Bull en constructores”
Lunes. A las cuatro y media de la mañana, un chaval rubio con pantalón corto y camiseta saluda a unos periodistas alemanes en el restaurante que nunca duerme del hotel Conrad de Singapur. Si no fuera quien es, pasaría por un fan mochilero... Los colegas germanos le felicitan, es Vettel, que sonríe tímido, feliz, recién llegado de la fiesta de la F-1, el Amber Lounge. Menos chispado de lo esperable, bastante sereno, con su segundo título mundial prácticamente bajo el brazo.
Una hora después aparece Jenson Button junto a su padre y la siempre imprescindible Jessica Mishibata. El inglés sí que se ha tomado alguna copillla, pero menos que su padre: “¡Una gran noche!”. Alguien le dice: “Gran carrera”. Pero apenas responde con un pequeño gracias. No transmite felicidad. Es la frustración de los campeones engullidos por el rodillo Red Bull. Como Fernando Alonso, resignado, pero también dolido con un simple hecho matemático: ya no puede aspirar al título. El asturiano siempre recibe con pena ese momento en el deja de ser un contendiente a la corona.
Además, sabe que su equipo ha bajado por completo los brazos. Como McLaren (aunque Whitmarsh haga un brindis a la galería: “Seguiremos luchando por retrasarles la fiesta”). Domenicali ni siquiera acudió el domingo a su cita con los periodistas, lo hizo en su lugar su jefe técnico, Pat Fry, que no habló, en su análisis, de la terrible falta de carga aerodinámica detectada por el propio Alonso: “El único problema del coche es el aerodinámico. Si le pones un segundo al coche en este apartado, las ruedas funcionan bien, logras las poles y ganas una carrera detrás de otra. Normalmente no tenemos porque subir al podio por prestación, pero no siempre les salen perfectas las cosas a ellos y habrá que seguir apretando, haciendo 61 vueltas de calificación y arañando todos los podios que se puedan”.
Los equipos se preparan incluso para un posible récord de victorias en un año de Vettel. Lleva nueve esta temporada, como Mansell en 1992. Y, si ganara las cinco que quedan superaría, con catorce, el récord de trece triunfos de Schumacher en 2004. Ante eso, el testarudo bicampeón asturiano sigue empeñado en terminar segundo: “Claro que hay motivación con el subcampeonato. Es un reto muy difícil, pero es muy apetecible. La diferencia en constructores enorme, estamos lejísimos de McLaren y Red Bull, y terminar segundo para mí personalmente tendría valor, aunque no tenga ninguno para fuera”.
Pat Fry: “Está claro, somos el
tercer equipo de la parrilla”
Pat Fry, jefe técnico de Ferrari, sustitituyó a Domenicali en la rueda de prensa habitual de los domingos: “Está claro que ahora mismo somos el tercer equipo de la parrilla. Y no va a mejorar la situación demasiado en Japón por el hecho de que hayamos ganado este año en Silverstone. En Inglaterra vencimos porque no pusimos los compuestos medios en carrera gracias a la lluvia. De haberlo hecho habríamos sufrido bastante. ¿El desgaste de ruedas excesivo en Singapur? Creemos que se debe a las especiales circunstancias de esta pista, con sus pronunciados bordillos y curvas lentas. Somos más eficaces en duración de los compuestos en las curvas rápidas”. Y reconoce que lo están analizando y que tienen previstos algunos 'inputs' (es decir, nada importante) para algunas carreras.