Soberbio segundo del asturiano, que pasó por fuera en la primera vuelta a Webber y a Button, y después mantuvo un tremendo pulso por la victoria con el inglés. Vettel abandonó por un pinchazo
Puede que estemos ante un cambio de ciclo. En Abu Dabhi 2010 comenzó la racha del chico maravilla, Sebastian Vettel. En esta lujosa pista iluminada se inició su leyenda después de que un ingeniero rival confundiera el 11 con el 21 y no se diera cuenta de que Petrov ya había parado en boxes. Sin DRS, que en este 2011 ha funcionado de maravilla, aquel Renault se convirtió en un muro.
Un año después al rápido campeón alemán se le acabó la suerte que ha tenido desde entonces. Ni un abandono, todas las carreras menos una en el podio... Hasta que ayer su neumático trasero derecho se rajó con una pieza suelta en la primera curva, se salió en la segunda y ahí se acabó su carrera. La retirada de Seb dio paso a dos cosas, a un teatro del absurdo y al fabuloso duelo entre los dos mejores piloto de la parrilla. Ganó Hamilton con un coche mejor, pero Alonso pugnó hasta la última parada por la victoria. Massa terminó quinto, donde debe hacerlo el tercer coche de la parrilla.
De comedieta mala fue todo lo que se montó alrededor de la retirada de Vettel. Se bajó compungido y le consolaron, por este orden, su fisio, Marco, sus mecánicos, Horner y... hasta Bernie Ecclestone. Había otro Red Bull en pista, pero a nadie le importaba. Así lo demostraron con la táctica de Webber, castigado fuera del podio detrás de Button por su estrategia a tres paradas, que ni en McLaren se creían.
La estrella asturiana nos deleitó con una primera vuelta magistral, pasó a Mark en la primera curva por fuera y repitió también por el exterior con Button. Logró aguantarle a base de frenar muy tarde y lo siguiente fue hacer soñar a los aficionados con las blandas, presionando a un Hamilton que se le abrazó al final en señal de respeto: “Aguantar detrás toda una carrera a uno de los mejores pilotos del mundo es algo realmente difícil de conseguir. Hubo un momento que creí que me alcanzaba”.
Fernando, que hasta bromeaba por radio en plena cacería, estuvo a punto de pasarle en boxes, pero perdió tiempo con el HRT de Ricciardo y casi dos segundos por un error de sus mecánicos. Dio igual, después no tenía ritmo con las ruedas medias.
Pero levantó el puño al conquistar el trofeo que le faltaba, el que Abu Dabhi le debía. Y resumió su batalla frente a Lewis con un toque de atención a Vettel: “Fue una lucha contra el crono, íbamos a tres segundos en el primer stint, a cinco en el segundo y ha sido una carrera de persecución. Hamilton puede mantener ese ritmo, igual que lo puedo mantener yo. De los demás, cuando tienen el mejor coche ganan, cuando no, pueden fallar”. Es su décimo podio del año y aún aspira al subcampeonato.
Toro Rosso le arruinó la carrera
en boxes a Alguersuari
No estaba previsto que Toro Rosso pusiera los compuestos medios después de su primera parada, pero cambiaron de idea a mitad de camino y fue un desastre para Alguersuari. Además, se les enganchó una pistola y perdió en total más de veinte segundos. Iba doce y se quedó 24 después de la detención. Tras la carrera fue sancionado por no respetar la bandera azul de doblado con veinte segundos. Terminó la carrera 15º y bastante disgustado: "Estoy muy decepcionado porque podía haber terminado décimo gracias al ritmo con los blandos. Tras las cuatro o cinco primeras vueltas el coche empezó a derrapar del tren trasero por la degradación de los neumáticos. Y luego llegó el momento clave de la carrera, cuando un error en el primer pit stop me costó perder mucho tiempo y me relegó al fondo de la clasificación".
¿Podemos saber con qué bromeaba por radio?
ResponderEliminarNO creo que Redbull gane por el coche, ya que se ha visto como Mclaren se acercó muchísimo a los redbull, es mas en algunas carreras Mclaren se mostraban mas rápido que los coches azules.
ResponderEliminarYo pienso que Vettel esta en el mismo nivel que Alonso y Hamilton, con la salvedad que es el mas joven de los dos. No hay que minusvalorar a los contrincantes, es señal de debilidad propia.