El español remontó de la décima a la tercera plaza después de siete primeras vueltas memorables. Y aventaja en 37 puntos al británico, ganador final en Italia. Abandonos de Button, Vettel y Webber
Y, de repente, se fundieron los plomos. El box de Ferrari regresó por momentos a los años setenta, sin ordenadores ni monitores de televisión con los que poder seguir la carrera, tampoco telemetría, ni conexión con el 'muro virtual', los ingenieros que deciden la estrategia, en Maranello. Sólo funcionaba la radio de los pilotos. Cundió el pánico porque estaban en la fase decisiva de la carrera, en torno a la vuelta 20, y tenían que decidir cuando parar en boxes a Alonso. Duró una media hora que se hizo casi eterna por la caída de dos generadores.
El arcaico teléfono fue la solución para determinar la táctica con el ejército de la fábrica. Una penuria más de uno de los fines de semana más difíciles del año para Ferrari... saldado sin embargo con la remontada de Alonso desde la décima plaza en parrilla hasta la tercera posición final. Y una posición más fuerte en el Mundial, con 37 puntos de ventaja sobre su nuevo perseguidor, el ganador Hamilton.
También se habían fundido antes en solo tres días un motor, una caja de cambios, un disco de freno y una de las piezas que mantiene en su posición la barra estabilizadora trasera (la que le costó una posible pole al asturiano). Sin contar con una excursión por la tierra provocada por Vettel que destrozó el suelo del F2012 de Alonso y afectó seriamente a su aerodinámica en el último tercio de carrera.
El alemán fue más agresivo de lo que fuera el piloto de Ferrari un año antes y, con un sutil golpe de volante, lo mandó más allá de la hierba, a dar saltos por la grava de la escapatoria. El líder del Mundial se quejó por radio y, minutos después, llegó la sanción de los comisarios. Un paso por boxes extra que dio paso a una agresiva remontada del vigente campeón y terminó con la rotura del alternador a cinco vueltas del final. A Button se le rompió también la bomba de la gasolina en una carambola cósmica y Alonso llegó a colocarse segundo. Y si terminó tercero fue por el frenético ritmo que impuso el único piloto de los doce primeros que acertó con la estrategia, Checo Pérez.
Motivado también por la libertad de no pasar a la Q3, en Sauber decidieron salir con el compuesto duro, y usarlo la mayor parte de carrera. El medio se destruía cargado a tope de gasolina y era muy bueno, sin embargo, para el tercio final. Sergio firmó su tercer cajón del año y avisó: “Ya tengo un segundo y un tercero, así que espero que el primero llegue ya, ojalá en lo que queda de año”.
El título empieza a ser cosa de tres (con Kimi vivo pero un Lotus irregular) y se encamina hacia el añorado duelo entre Alonso y Hamilton. La batalla entre el Yin y el Yan, McLaren y Ferrari, que se escenificó en el podio. Nada más aparecer el asturiano el público que invadió la pista empezó a gritar “!Alonso, Alonso¡”, y, al coger el micrófono el inglés, la pitada fue monumental mientras Lewis tiraba de sus dotes para las relaciones públicas: “Es fantástico ganar aquí, tienen la mejor afición. Estoy feliz. ¿Fernando? Es un bicampeón, es increíble, estoy muy, muy feliz por él”. Apenas se le escuchaba por los silbidos. El asturiano habló en italiano, terminó con un “¡Avanti!” y el asfalto de Monza tembló con los aplausos... Premio a una estupenda remontada cimentada en un arranque sensacional, con cuatro adelantamientos en siete vueltas.
Alonso: “Debemos ganar una carrera,
esperemos optar a ello en Singapur”
Para el Mundial Alonso necesita una victoria más (para superar el empate a tres con Hamilton) y después ser regular. Así lo reconoce Fernando: “Debemos intentar ganar alguna carrera y, después, intentar gestionar la ventaja. La proxima carrera es en Singapur y allí esperamos estrenar algunas mejoras con las que ojalá podamos luchar por la victoria. Es un gran premio que me encanta...”
Fernando habló también de la maniobra de Vettel: “La diferencia con la mía del año pasado es que a él le penalizaron y a mí no. Comprometió mi carrera, perdí varios segundos en el incidente y se dañó el suelo de mi coche”. Y siguió con los elogios a Hamilton: “Desde el invierno Lewis ha sido el piloto que más he respetado y, doce carreras después ahí estamos primero y segundo del Mundial. Será duro hasta el final”.
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