lunes, 28 de noviembre de 2011

Ferrari necesita otro medio segundo por vuelta para ganar en 2012

Webber logró su primera victoria después de una pantomima de Red Bull con Vettel. Y alonso se quedó a las puertas del podio: “Si hacemos las cosas como este año, pero con un coche mejor, tendremos opciones”


Fue un final con aroma a nostalgia. Ahí estaban las tribunas desvencijadas, con la torcida brasileña aplaudiendo a rabiar a un Barrichello al filo de la retirada. El confeti de plata en el podio, adornando el enésimo triunfo de un piloto en Interlagos gracias a las órdenes de equipo, esta vez de Webber al frente del doblete Red Bull. Antes de Raikkonen o Vettel.
Y la escalinata de la sala de prensa. Unos peldaños de hierro oxidado donde hace años vivimos abrazos de champán y gloria. De Fernando Alonso, el mejor piloto de la F-1 actual, con varios Mundiales perdidos ya en la maraña del destino. Primero fue el de McLaren, gracias Ron, y después el de Chris Dyer en 2010, que no supo distinguir los coches que paraban en boxes bajo los focos de la olla a presión de Abu Dabhi.
Es una pena, porque la clase de aquel melenudo sigue intacta, ahí está el tremendo adelantamiento del asturiano por fuera a Button, sin DRS, aguantando con las manos y muchas agallas la tarascada del 150 Italia. Y el ritmo posterior con blandos, tremendo, de infinita tanda de calificación. Tercero durante tres cuartas partes de carrera hasta que puso los compuestos medios, el coche rojo comenzó a derrapar por no calentarlos y Jenson le pasó sin necesidad de recurrir a la heroica.
También se vio como bajaba el ritmo, seguramente porque le avisaron de la posibilidad de quedarse sin combustible, algo ya vivido ya este año. Y se bajó del monoplaza cuarto en el Mundial (detrás también de Webber), pero con el orgullo intacto: “Este año ha sido espectacular e irrepetible en muchos aspectos. Quien nos los vaya a ver y sólo se fije en el resultado es que no entiende de F-1. Ha habido maniobras o salidas espectaculares como la de hoy, y luego el resultado final viene condicionado de cuanto rápido sea tu coche. Después de pasar a los dos McLaren ya estaba satisfecho. Más adelante la mecánica dictaría el resto”.
Además, se decide a dar su nota final al año: “Le doy un cinco o un seis porque ganar una carrera y no luchar por el título es poco para Ferrari, pero estoy orgulloso del equipo porque hemos extraído el máximo del coche durante 19 fines de semana. O más del máximo. Si repitiésemos algo parecido con un coche cuatro o cinco décimas más rápido que éste, tendríamos muchas opciones de ganar. Hay que repetir lo de este año teniendo un monoplaza un pelín más veloz”.
Ésa es la clave. No puede ser que Ferrari tenga un coche imposible para el podio, un monoplaza fracasado desde el comienzo por un problema en el túnel de viento. El nuevo partirá de cero y tal vez permita juegos como los de Red Bull, que simuló una avería de cambio en el coche de Vettel para esconder una orden de equipo: “No tengo nada que decir. Son ellos los que hablan otras veces. Cuando nosotros (Ferrari) ganamos es muy molesto para los rivales”. Así sea.

jueves, 17 de noviembre de 2011

El reventón de Vettel fue provocado por el efecto de los escapes soplados

Pirelli dice que no hubo fallo estructural en el neumático y no descarta una causa externa que lo dañara. Según ha podido saber 'La Gaceta' el calor de los gases agujereó el neumático


Vettel sucumbió en Abu Dabhi precisamente por el truco que le ha hecho arrasar en 2011, sus escapes soplados. Fuentes consultadas por ‘La Gaceta’ así lo confirman, toda vez que se ha descartado la hipótesis inicial de una pieza en la pista. Seguramente por alguna alteración en las presiones o por las características del trazado, algo funcionó mal en esos primeros metros de la carrera y el gas del escape que apunta directamente al neumático agujereó la banda de rodadura del compuesto trasero derecho.
El coche del alemán, y no así el de su compañero que no tuvo ningún problema parecido, tiene un mapa motor ultraagresivo para la calificación y algunas vueltas de carrera que inyecta gasolina en los tubos de escape provocando explosiones cuando se levanta el pie del acelerador.
El efecto de este sistema genial creado por Adrian Newey es doble, por un lado mejora la carga aerodinámica del difusor y por otro incrementa exponencialmente el rendimiento de los neumáticos al ponerlos enseguida en su punto óptimo de funcionamiento. Y los demás lo han intentado copiar sin lograr igualar su eficacia.
Red Bull habla de que las causas son inexplicables. Pero desde la cámara onboard de Button se percibe humo en la rueda desde instantes antes de la salida, lo que anularía la teoría de la pieza en el ‘piano’, y el comunicado del suministrador de neumáticos invita a pensar en un fallo achacable al equipo de Vettel: Aunque no quedó mucho del neumático tras esa vuelta, tras someter los restos a análisis minuciosos, se ha descartado que la causa del mismo sea un fallo estructural del neumático o de la válvula. No se pueden excluir algunos restos en pista o circunstancias externas como las posibles causas”.  Y concluye con palabras de Paul Hembery: “No podemos descartar que algún resto localizado en la pista sea el causante del incidente, pero tras revisarla detalladamente, no hay evidencia directa de ello”.
Ahora queda por ver si esta avería le hará dar un paso atrás a la escudería en la agresividad de su mapa motor. El propio Horner reconoce que alguna pieza del chasis comenzó a “arder” antes de la salida. Y que eso explicaba la aparición de humo en la rueda trasera. En Brasil veremos si vuelven a jugársela con este truco peligroso y muy prestacional, que por suerte estará completamente prohibido en 2012.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Alonso se corona número uno junto a Hamilton: "Los demás sólo ganan con el mejor coche"



Soberbio segundo del asturiano, que pasó por fuera en la primera vuelta a Webber y a Button, y después mantuvo un tremendo pulso por la victoria con el inglés. Vettel abandonó por un pinchazo

Puede que estemos ante un cambio de ciclo. En Abu Dabhi 2010 comenzó la racha del chico maravilla, Sebastian Vettel. En esta lujosa pista iluminada se inició su leyenda después de que un ingeniero rival confundiera el 11 con el 21 y no se diera cuenta de que Petrov ya había parado en boxes. Sin DRS, que en este 2011 ha funcionado de maravilla, aquel Renault se convirtió en un muro.
Un año después al rápido campeón alemán se le acabó la suerte que ha tenido desde entonces. Ni un abandono, todas las carreras menos una en el podio... Hasta que ayer su neumático trasero derecho se rajó con una pieza suelta en la primera curva, se salió en la segunda y ahí se acabó su carrera. La retirada de Seb dio paso a dos cosas, a un teatro del absurdo y al fabuloso duelo entre los dos mejores piloto de la parrilla. Ganó Hamilton con un coche mejor, pero Alonso pugnó hasta la última parada por la victoria. Massa terminó quinto, donde debe hacerlo el tercer coche de la parrilla.
De comedieta mala fue todo lo que se montó alrededor de la retirada de Vettel. Se bajó compungido y le consolaron, por este orden, su fisio, Marco, sus mecánicos, Horner y... hasta Bernie Ecclestone. Había otro Red Bull en pista, pero a nadie le importaba. Así lo demostraron con la táctica de Webber, castigado fuera del podio detrás de Button por su estrategia a tres paradas, que ni en McLaren se creían.
La estrella asturiana nos deleitó con una primera vuelta magistral, pasó a Mark en la primera curva por fuera y repitió también por el exterior con Button. Logró aguantarle a base de frenar muy tarde y lo siguiente fue hacer soñar a los aficionados con las blandas, presionando a un Hamilton que se le abrazó al final en señal de respeto: “Aguantar detrás toda una carrera a uno de los mejores pilotos del mundo es algo realmente difícil de conseguir. Hubo un momento que creí que me alcanzaba”.
Fernando, que hasta bromeaba por radio en plena cacería, estuvo a punto de pasarle en boxes, pero perdió tiempo con el HRT de Ricciardo y casi dos segundos por un error de sus mecánicos. Dio igual, después no tenía ritmo con las ruedas medias.
Pero levantó el puño al conquistar el trofeo que le faltaba, el que Abu Dabhi le debía. Y resumió su batalla frente a Lewis con un toque de atención a Vettel: “Fue una lucha contra el crono, íbamos a tres segundos en el primer stint, a cinco en el segundo y ha sido una carrera de persecución. Hamilton puede mantener ese ritmo, igual que lo puedo mantener yo. De los demás, cuando tienen el mejor coche ganan, cuando no, pueden fallar”. Es su décimo podio del año y aún aspira al subcampeonato.


Toro Rosso le arruinó la carrera
en boxes a Alguersuari

No estaba previsto que Toro Rosso pusiera los compuestos medios después de su primera parada, pero cambiaron de idea a mitad de camino y fue un desastre para Alguersuari. Además, se les enganchó una pistola y perdió en total más de veinte segundos. Iba doce y se quedó 24 después de la detención. Tras la carrera fue sancionado por no respetar la bandera azul de doblado con veinte segundos. Terminó la carrera 15º y bastante disgustado: "Estoy muy decepcionado porque podía haber terminado décimo gracias al ritmo con los blandos. Tras las cuatro o cinco primeras vueltas el coche empezó a derrapar del tren trasero por la degradación de los neumáticos. Y luego llegó el momento clave de la carrera, cuando un error en el primer pit stop me costó perder mucho tiempo y me relegó al fondo de la clasificación".

viernes, 11 de noviembre de 2011

La 'magia' de Vettel está en el efecto en curva lenta de los difusores soplados del Red Bull

En India le endosó sólo en dos curvas lentas 2,5 décimas a Alonso. Allí es donde más efecto tiene su mapa motor, más agresivo que el de Webber, que le permite irse en las primeras vueltas de carrera




Vaya por delante que nadie duda del talento de Vettel, uno de los tres mejores de la parrilla. Sólo ha cometido tres errores en todo el año y su peor resultado es un cuarto. Pero en ese dominio de once victorias y trece poles la influencia de su coche es tan grande como la que disfrutó Button con el doble difusor. Lo que sucede es que esta vez el soplado de los escapes no se ve, pero sí se siente, y mucho, y ninguno de sus rivales ha logrado igualar en ese apartado al RB7.
Mientras desde su escudería intentan engordar su leyenda, otros equipos no dudan de que hay algo más en su diferencia con Webber. Así nos lo contaba fuera de micrófono un ingeniero rival: “En la F-1 de este año la clave es el mapa motor, es el factor diferencial en la aerodinámica y los diversos parciales de India demuestran que quizás los dos no lleven el mismo mapeado. El de Sebastian es el más agresivo, por eso le sacaba casi dos décimas en el último sector, de sólo 20 segundos”. Y que le permite irse en las primeras vueltas de carrera. No lo puede usar durante todo el gran premio.
En el caso de Alonso era más sangrante. Durante la calificación, el asturiano y el vigente campeón llegaban casi empatados después de los dos primeros sectores. Sin embargo, el 150 Italia perdía dos décimas y media en sólo dos curvas, la quince y la 16. Vamos, como si se le hubiera olvidado pilotar de repente.
En los virajes rápidos, donde los escapes no tienen tanto efecto, había igualdad. El alemán dijo que cimentó en la curva quince su victoria: “Encontré una pequeña ondulación en el asfalto con la que lograba ir más deprisa”. Pero Fernando, sin embargo, lo achaca al coche azul: “En India fue un poco extraño. Perdíamos mucho tiempo en las dos curvas finales, donde el soplado era muy fuerte e importante para el tiempo por vuelta. Pasa un poco aquí en Abu Dhabi lo mismo en el último sector. Son todas las curvas como el último de India. Es de los dos circuitos que quedan el que peor nos va en teoría”.
Y prosigue: “Sabemos que tienen un coche muy fuerte en algún tipo de curvas, y en 2012, con los mapas extremos y los escapes hacia el difusor prohibidos, mal no nos va a venir. Es difícil que ellos le saquen más provecho del que le están sacando. Que quiten algo como eso sólo puede ser beneficioso para nosotros”. Así lo aseguró un Fernando orgulloso este año de su trabajo como piloto: “Para mí personalmente esta es la mejor temporada que he hecho en mi vida, sin los errores de 2010”. Lástima de Newey...

martes, 1 de noviembre de 2011

El 'annus horribilis' de Hamilton en la F-1

El inglés ha sido sancionado en una de cada tres carreras, se ha chocado seis veces con Massa, está detrás de Button y reconoce “problemas personales” después de romper con su novia




“¿Ha sido culpa mía?”. Esta pregunta de Hamilton por radio a su ingeniero después de tocarse con Massa delata el estado de confusión en el que se encuentra el británico, que ha llegado a su punto más bajo desde que corre en Fórmula 1.
Nunca antes había estado claramente por detrás de un compañero de equipo. Incluso en el trato. En las dos carreras que Button tuvo posibilidades de ser campeón y él no, sufrió algo que habían padecido antes Alonso, Kovalainen, y, también el rubio inglés, los inesperados fallos tácticos. No pudo hacer su segundo intento en Q3 porque le hicieron salir demasiado tarde desde boxes.
Malas caras, dudas por radio (“¿De verdad habéis revisado las presiones”) y quejas a puerta cerrada hicieron que las cosas volvieran a la 'normalidad' en Corea. Allí tiró de talento para marcar la única pole no Red Bull del año, pero de nuevo estuvo desconocido por falta de agresividad en la primera vuelta frente a Vettel. Después se enmendó con Webber, pero no pudo lograr la victoria y alegó “problemas personales” para el cúmulo de errores que le han dejado quinto en el campeonato. Su novia, Nicole Scherzinger, y él han roto.
Es cierto que ha ganado dos carreras, pero en su desacierto también se ha chocado con Maldonado, Kobayashi y Massa (en seis ocasiones), además de zizaguear peligrosamente delante de Alonso en Malaisia. Fue sancionado por ello en todas menos la última y la de Pastor. De hecho, con la doble bandera amarilla que se saltó en India, sale a una penalización por cada tres carreras. Y ya ni siquiera se enfada. Ahora se resigna y asume su culpa, como en la penalización del pasado viernes: “Ha sido un error estúpido, pido disculpas al equipo”.
Un perdón que repitió después del choque del domingo, producto también de su inesperada timidez a la hora de meter el morro. En McLaren le ven tan bajo que Whitmarsh, su jefe, le ha pedido ya que levante la cabeza: “No tiene que pedir tantas disculpas, si cometes un error debes asumirlo, aprender de él y seguir avanzando. Está siendo demasiado duro consigo mismo. ¿Su vida privada? Tengo mi opinión, pero yo sólo hablo de carreras”.