miércoles, 28 de septiembre de 2011

Alonso se motiva con el subtítulo mientras la Fórmula 1 se resigna con la mente puesta en 2012

En McLaren y Ferrari han entregado la cuchara y esperan ya un posible récord de victorias de Vettel. Pero Fernando seguirá luchando: “Tendría valor ser subcampeón con lo lejos que estamos de McLaren y Red Bull en constructores”





Lunes. A las cuatro y media de la mañana, un chaval rubio con pantalón corto y camiseta saluda a unos periodistas alemanes en el restaurante que nunca duerme del hotel Conrad de Singapur. Si no fuera quien es, pasaría por un fan mochilero... Los colegas germanos le felicitan, es Vettel, que sonríe tímido, feliz, recién llegado de la fiesta de la F-1, el Amber Lounge. Menos chispado de lo esperable, bastante sereno, con su segundo título mundial prácticamente bajo el brazo.
Una hora después aparece Jenson Button junto a su padre y la siempre imprescindible Jessica Mishibata. El inglés sí que se ha tomado alguna copillla, pero menos que su padre: “¡Una gran noche!”. Alguien le dice: “Gran carrera”. Pero apenas responde con un pequeño gracias. No transmite felicidad. Es la frustración de los campeones engullidos por el rodillo Red Bull. Como Fernando Alonso, resignado, pero también dolido con un simple hecho matemático: ya no puede aspirar al título. El asturiano siempre recibe con pena ese momento en el deja de ser un contendiente a la corona.
Además, sabe que su equipo ha bajado por completo los brazos. Como McLaren (aunque Whitmarsh haga un brindis a la galería: “Seguiremos luchando por retrasarles la fiesta”). Domenicali ni siquiera acudió el domingo a su cita con los periodistas, lo hizo en su lugar su jefe técnico, Pat Fry, que no habló, en su análisis, de la terrible falta de carga aerodinámica detectada por el propio Alonso: “El único problema del coche es el aerodinámico. Si le pones un segundo al coche en este apartado, las ruedas funcionan bien, logras las poles y ganas una carrera detrás de otra. Normalmente no tenemos porque subir al podio por prestación, pero no siempre les salen perfectas las cosas a ellos y habrá que seguir apretando, haciendo 61 vueltas de calificación y arañando todos los podios que se puedan”.
Los equipos se preparan incluso para un posible récord de victorias en un año de Vettel. Lleva nueve esta temporada, como Mansell en 1992. Y, si ganara las cinco que quedan superaría, con catorce, el récord de trece triunfos de Schumacher en 2004. Ante eso, el testarudo bicampeón asturiano sigue empeñado en terminar segundo: “Claro que hay motivación con el subcampeonato. Es un reto muy difícil, pero es muy apetecible. La diferencia en constructores enorme, estamos lejísimos de McLaren y Red Bull, y terminar segundo para mí personalmente tendría valor, aunque no tenga ninguno para fuera”.


Pat Fry: “Está claro, somos el
tercer equipo de la parrilla”

Pat Fry, jefe técnico de Ferrari, sustitituyó a Domenicali en la rueda de prensa habitual de los domingos: “Está claro que ahora mismo somos el tercer equipo de la parrilla. Y no va a mejorar la situación demasiado en Japón por el hecho de que hayamos ganado este año en Silverstone. En Inglaterra vencimos porque no pusimos los compuestos medios en carrera gracias a la lluvia. De haberlo hecho habríamos sufrido bastante. ¿El desgaste de ruedas excesivo en Singapur? Creemos que se debe a las especiales circunstancias de esta pista, con sus pronunciados bordillos y curvas lentas. Somos más eficaces en duración de los compuestos en las curvas rápidas”. Y reconoce que lo están analizando y que tienen previstos algunos 'inputs' (es decir, nada importante) para algunas carreras.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Vettel gana la carrera en la que Massa y Hamilton casi se pegan

El GP de Singapur fue tenso para todos menos el alemán, a un punto de ser campeón. El inglés arruinó la carrera de Massa, y Alonso (cuarto) y Alguersuari (abandono) se enfrentaron por el comportamiento de Jaime como doblado


Pan comido. Sebastian necesita sumar un punto en las cinco carreras que quedan. O lo que es lo mismo, Vettel será campeón salvo desgracia en la próxima carrera en Suzuka. La prueba japonesa es la más tradicional, junto a Interlagos, oficina de los títulos mundiales. Su carrera se resume en su primera vuelta. En sólo cinco kilómetros le endosó ¡2,5 segundos! a Button. Tanto en calificación como durante algunos pasos por meta en carrera el RB7 gestiona los gases con el difusor de tal manera que es inalcanzable. Se va al principio con tanta facilidad que después, en el tercio final, cuando carbura el McLaren, ya no hay manera de alcanzarle.
El alemán fue el único que vivió una carrera tranquila, porque en la ratonera de Singapur hubo piques de verdad entre varios pilotos. La bronca más gorda fue la de Lewis Hamilton y Felipe Massa. El inglés volvió a cometer un error imperdonable, entró colado a una curva y arruinó su carrera y la de Massa. Le pinchó una rueda con su alerón delantero. Después de la prueba, el brasileño intentó hablar con su rival, pero éste pasó de él y su negativa provocó un altercado. Justo en la antesala de llegar a las manos. Mientras era entrevistado por la televisión, el brasileño llegó por detrás como una exhalación, le dio la vuelta y dos toques en el hombro: “Buen trabajo, eh, bien hecho”. A lo que Lewis respondió con ira: “No me vuelvas a tocar”. Después, ante la tele británica, el paulista afirmó: “Si no escucha ni a su padre imagínate cómo va a escucharme a mí”.
También hubo lío después de que Michael Schumacher volara por encima de Sergio Pérez. Se estrelló, salió el coche de seguridad y comenzó la bronca con los doblados, que provocó otro enganchón, aunque más suave, entre Alonso y Alguersuari. Después de la reanudación, el asturiano venía con Webber enganchado a su espalda, se pegó a Jaime, que cambió de dirección ligeramente cuando intentaba rebasarle, Fernando se quedó frenado y Mark aprovechó para pasarle y relegarle a la cuarta plaza final. Nada más bajarse del coche el asturiano no le nombró, pero esto es lo que dijo cuando le preguntaron sobre su compatriota: “Los doblados... Cuando hay una carrera difícil, algunos tienen dificultades para concentrarse en el coche”. El podio se le habría escapado de cualquier forma al piloto de Ferrari, su coche no tenía ritmo, devoraba las ruedas y, si terminó entre los mejores, de nuevo fue por otra salida magistral. De la quinta a la tercera plaza por fuera en la primera chicane.
Alguersuari, que tuvo que abandonar en las últimas vueltas por un trompo, le respondió: “No entiendo nada, es un circuito complicado. Cargar las culpas a otro por no estar en el podio es algo totalmente fuera de juego, no profesional, no profesional. No tiene otra explicación”.



 

Jaime abandonó por un trompo
y con problemas de neumáticos

Respecto al tema de los doblados, la dirección de carrera falló con estrépito en la reanudación y no se veían luces azules para que se apartaran. Pero, al margen del lío con Alonso, la carrera de Alguersuari fue muy dura. El viernes rompió la suspensión después de chocar con un bordillo y, como no tenían repuestos, tuvieron que volver a la de hace meses, la que devoraba los neumáticos. A dos vueltas del final y sin ruedas ya, derrapó en la curva por debajo del túnel y se dio contra las protecciones: “Estoy muy contento porque el equipo y yo hemos hecho lo máximo. Es verdad, no te gusta no acabar la carrera, pero en Japón, con las piezas habituales podemos terminar en los puntos”. Un piloto catalán que negó haber recibido orden alguna por radio para frenar al ovetense: “No, no te juro que no, que me caiga ahora mismo si no es así”.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Vettel pone la primera piedra de su segunda corona

Logró su undécima pole del año por delante de Webber, que confirma la superioridad de Red Bull. Alonso rozó los muros, le endosó un segundo a Massa y podria aguarle la fiesta con un podio desde la quinta plaza en parrilla

“No sé cómo lo hace, no lo sé, pero siempre me saca ventaja en las curvas lentas...” Este es el pensamiento que Webber suele confesar a sus amigos sobre su compañero Vettel. El australiano sabe que en ocasiones su coche no sale bien los domingos, también que ha tenido averías extrañas y que otras veces, como en Spa, la radio enmudece para que él no gane... Pero más allá de los problemas de su coche o sus tácticas, tampoco se explica la endiablada y contumaz diferencia que el alemán le saca sábado tras sábado.
Son once poles ya, por tres del coche número dos. Ayer, el vigente campeón mantuvo la tónica de todo el año con tres décimas y media de ventaja. Y en una pista, y ahí sí tiene razón Webber, plagada de curvas lentas. De momento, para ser campeón en Singapur la joven estrella ya ha puesto la primera piedra. Un talento natural que genera, sin embargo, el clásico debate entre coche y calidad. ¿Gana por el cochazo de Newey o porque es la reencarnación de Hunt y Senna juntos? Para De la Rosa, hay que meterle entre los mejores: “Puede que nos cueste reconocerlo, pero está a la altura de Alonso y Hamilton. Es uno de los grandes. También en carrera. No comete errores y va rapidísimo”. Para otros, como el propio Lewis o Fernando, está un pequeño escalón por debajo.
Pese a sus 24 años, la calma y seguridad que muestra 'Seb' tiene que ver con ese aplomo de un monoplaza que permite que sus pilotos aceleren mucho antes que nadie a la salida de la curva, y que destaca por su aporte extra de carga aerodinámica gracias a ese fondo plano que imita el efecto suelo de las faldillas de los ochenta.
Frente a eso, ver a Alonso derrapar junto a los muros es un espectáculo pavoroso. El ovetense lo dio todo con un tercer puesto como utópico objetivo, le endosó un segundo a su compañero de equipo y acarició la segunda fila de Button y Hamilton. Se le escapó por apenas 70 milésimas. Con una gran salida desde el tercer puesto hasta la victoria era posible en una pista donde es casi imposible adelantar. Ahora el objetivo es el podio. Massa casi se llegó a tocar con Lewis en la vuelta de lanzamiento: “Una vez más ha vuelto a no usar la cabeza”. Y Alguersuari sale 16º con un Toro Rosso atragantado con la pista urbana, y dispuesto a remontar.

martes, 13 de septiembre de 2011

Alonso afrontará las últimas carreras sin evoluciones

Para el asturiano, que sólo trabajará ya en el simulador para el coche de 2012, mantener la segunda plaza en el Mundial será una tarea casi imposible, hercúlea. No habrá más mejoras en su monoplaza

Antes de viajar a Spa, entre los hombres de Ferrari circulaba una frase: “Vamos a ver si allí ganamos”. Al circuito belga llegaron con la última gran evolución, la base sobre la que debían hacerse los retoques previstos posteriormente para Monza y Suzuka. Los cambios afectaban especialmente al suelo del monoplaza, que debía dar algunas décimas por vuelta sobre el de Silverstone y que, finalmente, resultó un fiasco. El coche con las mejoras era más lento que el anterior. Todo lo contrario que Red Bull y McLaren, a los que sí les funcionó.
Además, tuvieron que afrontar la carrera de las Ardenas con la suspensión trasera previa a la de Inglaterra porque temían una posible rotura ante las exigencias de Eau Rouge por la posición más radical de los tirantes. Es decir, hace dos semanas en Bélgica hubo una involución del 150 Italia que se mantuvo en Monza (“Sabíamos que el parón de Spa nos iba a afectar”, Domenicali dixit) y, salvo pequeños detalles sin importancia, seguirá igual todo lo que queda de año. Esta vez no van a intentar corregir el error y Alonso sólo ensayará ya en el simulador aspectos del coche de 2012.
Fernando está segundo en el Mundial gracias a podios milagro como el del domingo, pero se enfrenta a un desafío casi imposible, hercúleo, de mantenerse como primer piloto al margen de Vettel en lo que queda de año. En Monza fue tercero en una carrera en la que, como demostró el puesto de Massa, eran el cuarto equipo en prestación pura, detrás incluso de Mercedes.
McLaren, la gran amenaza junto a Webber por el subcampeonato, sí que piensa estrenar mejoras. Así lo avisa Whitmarsh: “Trabajaremos muy duro para ganar en Singapur”. Red Bull dice que seguirán siendo agresivos y mientras, Alonso se agarra a su talento y el regreso de los superblandos para pensar en luchar por la victoria en Singapur: “De las carreras que quedan, ésa es la que mejor se ajusta a las características de nuestro coche. En Mónaco fuimos bien, terminamos segundos, y ahora el coche va un poco mejor”.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Vettel ya llora como un campeón

El alemán firmó su octava victoria con un Red Bull atronador, y puede proclamarse bicampeón en Singapur. Los cien mil espectadores se rindieron ante el pundonor del asturiano, segundo en el Mundial, para terminar tercero

Y, al final, Vettel lloró como un niño. Miró la invasión de pista, las banderas rojas, las españolas y las asturianas (muchas de ellas portadas por italianos), recordó el primer triunfo de su vida en Monza, y se rompió por dentro al sentirse casi campeón. Su octava victoria del año con un Red Bull atronador le convierte en el virtual ganador de su segunda corona.
Y si en 2009 el mundo en pleno cometió el error de minusvalorar a Button (brillante segundo ayer) por aquel Brawn mágico, ahora no deberíamos caer en el error de quitarle mérito al talento del alemán, un estupendo piloto de carreras. Y un merecido ganador del Mundial 2011. En Singapur puede llegar ya el desenlace si aventaja en trece puntos a Alonso (victoria del alemán por un cuarto del asturiano) y diez a Button y Webber (un tercero para cualquiera de ellos). Ahora bien, lo que Sebastian no tiene o no parece tener es la varita de uno de los más grandes pilotos de la historia, a su izquierda en el podio, vitoreado al recibir la llama del Santander. Y que desató la histeria colectiva de los tifosi cuando de bajó del cajón e inclinó su torso para dar las gracias como un gran actor de teatro o un mago después de su mejor truco.
En la retina de los más de cien mil espectadores estaba una salida planetaria, cósmica, en la que pasó por la hierba a Hamilton y a Vettel y frenó milagrosamente su caballo desbocado. En la primera variante ya estaba primero (“no sé de dónde había salido Fernando”, declaró después Vettel). Era su única esperanza para subir al podio con un coche deficiente, con el que sólo pudo lograr la sexta rápida. Pero al que exprimió tanto que le sirvió para batir a Lewis, un segundo por vuelta más veloz con su McLaren. El 150 Italia que llevó en Monza es el hijo de la evolución del suelo del coche fallida en Spa. Es decir, exacto al de Silverstone, estancado respecto a sus adversarios.
Y por eso, se ha ganado la veneración de los fans transalpinos y de su propio equipo. “Este tercero es un milagro”, nos comentaba su ingeniero Andrea Stella después de la carrera: “Lo que pasa es que nosotros queremos tener buenos resultados por tener un gran coche, no con la ayuda de la suerte, como esta vez con el tapón de Schumacher a Hamilton. En Singapur, con ruedas blandas y extrablandas y configuración de mucha carga nos puede ir mejor”. También compartía elogios Domenicali: “Fernando ha estado fantástico, vaya salida”. Por algo es el cuarto piloto de la historia con más podios, 70, detrás de tres 'bestias pardas', Schumacher, Prost y Senna. Y con un porcentaje del 40,9 % del total de sus carreras entre los mejores (no está mal para haber corrido su primer año con Minardi). Además, ayer sumó su punto 1.001, ya es el segundo de la historia (aunque con la ventaja de la nueva puntuación) sólo por detrás del 'Kaiser'.
Un 'Kaiser', por cierto, que nos dejó el adelantamiento del día y desquició a Hamilton. El británico de McLaren llegó a pasarle antes de la primera parada, pero Michael se lo devolvió con un pasadón por fuera en la Curva Grande, antes de la segunda variante. Y Button se aprovechó del lío para adelantar a su aturrullado compañero y alejarle en el campeonato.



Alguersuari remontó brillantemente de la 18ª a la séptima plaza
No sabemos si iría escuchando mentalmente su primer disco, ya en el mercado, pero el caso es que Jaime Alguersuari pilotó con una precisión y regularidad en carrera excepcionales. Se escapó a la montonera inicial creada por el HRT de Liuzzi. Allí pasó a un Buemi que no pudo con él. Y, después, fue escalando poco a poco posiciones con unos muy buenos tiempos a mitad de carrera. Pasó a Di Resta y terminó séptimo. Estaba muy satisfecho con el mejor resultado de su vida: “Empiezo a pensar que es mejor que nos vaya mal en la clasificación. El coche estaba preparado más para carrera. Estoy muy contento por ser séptimo, pero hay que seguir trabajando, porque los resultados finales se ven una vez que acaba la temporada”.

viernes, 9 de septiembre de 2011

“Alonso, tu sei el rey di Monza”

Esta es la pancarta que se encontró el asturiano a su llegada al circuito de Monza. Fernando ha conquistado por completo el corazón de los tifosi: “Me siento un poco italiano, intentaré repetir la victoria de 2010”

AL-ON-SO. La Gazzetta dello Sport teñía ayer de la bandera tricolor italiana las tres sílabas del nuevo héroe de Ferrari, el hombre que generaba reservas a su llegada entre los tifosi más recalcitrantes y que, ahora, casi dos temporadas después, se ha ganado el fervor unánime de sus seguidores. Fernando llegó al circuito a las doce de la mañana y, nada más bajarse del coche, le esperaba ya una nube de fans con una pancarta muy cariñosa: “Alonso, tu sei el rey di Monza” (“eres el rey de Monza”).


Después, en una jornada fatigosa de eventos, se fue detrás de los camiones de Maranello a hacerse una foto de pulso con su compañero Massa. De ahí a la reunión con los ingenieros y sin descanso a la presentación de un volante para vídeojuegos que reproduce a la perfección el centro de mando del 150 Italia. Cuesta 180 euros y, con su motor gráfico, unos 600. A la salida del paddock, de nuevo la nube... Y mientras el ovetense apenas podía andar entre veloces firmas y temblorosas cámaras de fotos, nadie se ocupaba de Felipe. El brasileño ponía un comprensible gesto de desaprobación, y sólo una empleada del circuito se fijo en él para pedirle su firma.
Ambos pilotos se enfrentaron a continuación en una vuelta virtual a Fiorano con el volante acoplado a un simulador semiprofesional (de 16.000 euros de precio) y, para más inri, ganó Alonso. Y, ya por la tarde, a eso de las cuatro, la fiebre roja inundó los boxes, los gritos de 'Alonso, Alonso' taparon el trabajo de los mecánicos y los encargados de seguridad del circuito tuvieron que emplear todas sus fuerzas para controlar a los cientos de espectadores que pugnaban por un autógrafo del bicampeón.
Y no es de extrañar con un piloto entregado a su país de adopción: “Me siento un poco italiano y seré todo lo agresivo que pueda para alcanzar la victoria en Monza. Sabemos que será difícil, porque no hemos tenido las mismas mejoras que otros en las dos o tres últimas carreras, pero también que no es un circuito favorable a Red Bull. Esperemos repetir el éxito del año pasado”.






Alguersuari “Me encantaría estar
en todas las gasolineras”

Jaime Alguersuari está de estreno, de mejoras en su Toro Rosso, con un nuevo alerón posterior y más retoques en el suelo del coche. Y también con el logo de una petrolera española, aunque de capital árabe, Cepsa. De momento, no habrá vinculación comercial con el catalán: “Me encantaría estar en todas las gasolineras, claro que sí, y ayudarles en todo lo que pueda. Es un acuerdo positivo porque permitirá al equipo mejorar. ¿Me ayudará a seguir en Toro Rosso? No pienso en el futuro, sólo en mejorar yo y el coche carrera a carrera. Senna me mandó un mensaje por el choque de Spa, y acepto sus disculpas”.