miércoles, 4 de diciembre de 2013

Vettel y el beso de Bernie Ecclestone

Hola a todos. Mil disculpas por los meses sin publicar en el blog. He seguido publicando en La Gaceta y he tenido el placer de escribir mi primer libro, "Viaje al centro de la Fórmula 1". Ecclestone le ha tirado esta semana una andanada a Fernando Alonso. Dice en el prólogo del anuario oficial de la Fórmula 1 que el asturiano se desmotivó un poco porque buscaba otra escudería. Y de Vettel dice que es el mejor piloto que ha conocido. Para contextualizar estas palabras, os dejo aquí mi hasta ahora último artículo de La Gaceta. Es la escena a la que asistí en la sala de prensa de Brasil minutos después de la carrera.... Fue una escena cuando menos curiosa. Webber respondía a una pregunta.... En ese momento la puerta de la desvencijada sala de prensa de Interlagos se abrió y apareció un honorable señor mayor con una bandera de Brasil. Era Bernie Ecclestone. Vettel le saludó con la mirada y el patrón de la F-1 le lanzó un cariñoso beso a su nieto de las carreras. El mismo al que coronó el día anterior como “mejor piloto de la historia” ante los micrófonos de la Sky italiana. Alonso, sentado al lado de 'Seb' se dio cuenta del compadreo entre el tetracampeón y el todopoderoso británico. Esta amistad es una derivada de la estrecha relación entre Horner, el el jefe del equipo, y Bernie. Y sus dos equipos azules, la carrera en Austria 2014... Que el alemán es un gran piloto es indudable, pero también es indiscutible que le arropa el equipo más poderoso de la última década... Si tu brazo político funciona en los despachos es más difícil tumbar las ocurrencias al límite de la norma de tus ingenieros. Y eso es un mérito del equipo azul, no hay duda. En la funcional sala del circuito Paulista la rueda de prensa se interrumpió antes de tiempo porque Ecclestone quiso acercarle una bandera de Brasil en la que todos los pilotos habían firmado menos Vettel. Con voz susurrante le dijo: “Sólo faltas tú”. Y concluyó entre bromas: “Te pediría que le dieras un beso...”. Un gesto bueno para la imagen de Seb, que le escribió una dedicatoria mientras Fernando miraba alucinado a su amigo Mark. Se cerraba así la polémica de las órdenes de equipo de Malaisia. Con un beso y una bandera.

domingo, 30 de junio de 2013

Tremendo enfado en Ferrari con el comportamiento de las Pirelli en Silverstone



Los cambios en los compuestos para asegurar que no perdieran la banda de rodadura han afectado especialmente a la escudería italiana y a Lotus. En el equipo de Maranello no se explican las seis décimas por vuelta que han perdido desde Barcelona, un trazado similar y también con los neumáticos medio y duro


Pirelli ha presentado en Silverstone cambios que en teoría eran leves en los compuestos 2013. Sin embargo, en Ferrari están asombrados con cómo han funcionado esos neumáticos en el trazado británico. No se explican cómo han podido perder seis décimas por vuelta desde la calificación de Barcelona. Lotus ha sido el otro perjudicado. Los compuestos deberían haber sido en teoría idénticos. Dos o a lo sumo tres pueden ser por un fallo propio en las evoluciones de la escudería. Lo que han traído a Inglaterra no les ha funcionado. Y, añado, yo, ya son varias carreras de escasa progresión. En eso, como reconocía ayer el propio Alonso, tienen que mejorar ya. A otros sí les han ido bien.



Pero hay tres o cuatro décimas que pueden estar sólo en los cambios del neumático. En la calificación no lo lograron poner en temperatura ni con 32 grados en pista. La duda el sábado por la tarde es de que hubieran podido cambiar la construcción sin avisarles. Una sospecha avivada por el reventón de Checo Pérez en los libres. En las delaminaciones de este año vimos claramente el anillo de acero asimétrico. Ayer no. Algo que expresamente no ha sido aprobado por los equipos. De todas formas, esa hipótesis quedó deshechada en la carrera al ver partículas de acero en los reventones. La banda la han pegado tan fuerte que, en lugar de soltarse, sigue sobrecalentando el anillo asimétrico hasta hacerlo estallar.
Tampoco entienden la elección del medio en una pista donde siempre se ha trabajado con el blando y el duro. Se han pedido explicaciones desde el equipo rojo a Pirelli sobre estos compuestos. Los beneficiados han sido Mercedes, sobre todo, y Red Bull. Curiosamente, las dos escuderías que montaron aquella comida de presión en Bahrain para que hubiera un cambio de compuestos. La sentencia sobre los test secretos también ha causado estupor en el paddock.
Y hay una sospecha más. El regreso de los juegos desiguales. Algo que ya pasó en el primer año de la multinacional. Se teme que en el proceso de fabricación a toda velocidad han salido juegos desiguales que han posibilitado el milagro de Toro Rosso (sin mejoras desde Barcelona), quinto en parrilla. Lleva el mismo coche, salvo pequeños detalles de Montmeló. Ricciardo estuvo francamente bien, quiere el puesto de Webber, pero es un salto demasiado excesivo. Alonso dijo ayer que no hablaría de ruedas, pero recordó la razón de la salida de pista en los libres del viernes de Massa: “Felipe se salió porque las Pirelli experimentales que han traído no son aptas para la competición”. Estaba muy enfadado con el tema.
A ver cómo funcionan las cosas en carrera, la temperatura puede ayudar a Ferrari y Lotus, pero la bronca ya está montada. En Ferrari ven inadmisible que se vaya a Hungría con medios y duros. Como Lotus. Podría haber cambios en la decisión final. El año pasado se utilizaron los blandos y los medios.

jueves, 23 de mayo de 2013

Rosberg superfavorito a la victoria en Mónaco

Mercedes nunca lo tuvo mejor este año para ganar. En los primeros libres han comprobado que, como sus rivales, pueden hacer una sola parada en Mónaco. Alonso tiene un gran ritmo y puede ser la alternativa si sale segundo de la primera curva.

Son catorce temporadas ya en Mónaco. Siempre con parecidas sensaciones. Llegas el día de las ruedas de prensa, el míércoles, en un avioncito pequeño que te deja en Niza. El aeropuerto está en un terreno ganado al mar y la aproximación es hermosa, de un azul intenso. De la terminal de llegada, abarrotada de gente por la acumulación de eventos, el Festival de Cannes y la Fórmula 1, tienes que coger un autobús que te lleve a otra terminal para coger el coche de alquiler. Cola. Otra media hora más. Te dan el coche y te vas a 80 km/h por la peligrosa e hipervigilada autopista A8. De la salida a Mónaco hasta la sala de prensa del circuito aún queda otra media hora larga de descenso. Toda una gymkana de atascos, y controles de policía para llegar al párking de los Pescadores (Les Pecheurs). También atestado, desciendo entre chirridos hasta la planta menos siete y aparco de suerte.
Desde ahí paseo junto al mar, tres tramos de escalera hasta el paddock y otros tres en subida hasta la sala de prensa. Cuando llegas después de cinco horas reales de viaje (y sólo hora y cincuenta de avión), comienzas a acordarte de toda la familia Grimaldi y del día que alguien se le ocurrió montar una carrera tan complicada para trabajar.

Pero todo cambia cuando notas ese aullido, el eco de los Fórmula 1 en el puerto de Mónaco. Tocan los guardaraíles, derrapan sobre un asfalto grasiento y dan más vueltas que en ningún otro circuito del Mundial. La entrada es cara (menos en la colina junto a la Rascasse), pero el primer jueves vale mucho más que los libres de otros circuitos, con la parafina salpicando y algún que otro piloto sólo al 60% de sus posibilidades. En el Principado no, hay que dar muchas vueltas para adquirir confianza, besar el guardarraíl sin pasarse y poner los cimientos de la imprescindible calificación. Una vuelta mágica que el sábado vale media carrera.
Así las cosas, Rosberg está en esta edición ante una ocasión histórica.
En estos primeros libres en Mercedes han comprobado que pueden hacer una sola parada. Sólo tienen que ir despacio al principio de la carrera para lograrlo. Algo que les iguala en estrategia al resto de sus rivales. A una vuelta, y gracias a que llegan al último sector con los neumáticos en su punto óptimo de funcionamiento, son ahora mismo imbatibles. Salvo error por parte de los pilotos, la pole debería ser para uno de ellos. Eso sí, si por la razón que sea, el siguiente en la lista (por su estupendo ritmo mejor que Red Bull y Kimi, y buen punch a una vuelta) es Alonso y se coloca segundo en la primera curva, entonces tendría alguna opción de victoria por estrategia. El otro aspirante es Raikkonen, que puede ir muy bien en carrera con las superblandas, si va más tranquilo en las primeras vueltas. De hecho, fue el que marcó los mejores registros parciales en dos vueltas de su simulación de carrera, aunque se le fueron antes los neumáticos que a Alonso.
Mañana toca descanso y en dos días la calificación. Eso sí, con bastante más fresquito, posibilidad de lluvia y la duda planeando sobre unos Red Bull que en la primera jornada estuvieron un pelín más atrás de lo normal a una vuelta.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Pirelli acaba con las ruedas asimétricas por seguridad, no por ayudar a Red Bull


Es un enfoque desafortunado. Que Paul Hembery diga en su comunicado de prensa sobre el cambio de las ruedas que lo hacen "para que haya dos o tres paradas" es un auténtico suicidio mediático. En España, Italia y hasta Inglaterra Pirelli ha sido crucificada por cambiar los neumáticos un día después de que Mateschitz, el dueño de Red Bull, desbarrara y dijera que la F-1 ya no eran carreras de coches, sólo se trataba de gestionar los neumáticos. Dietrich pidió menos pasos por boxes y se los sirvieron en bandeja justo un día después.
Ayer pude hablar con varias de las partes y la realidad es otra. La construcción asimétrica de los neumáticos de 2013 es la culpable de los pinchazos y pérdidas de la banda de rodadura que hemos visto este año. Se utilizan materiales metálicos, en lugar de kevlar como en 2012, para la carcasa y, al llevarlos al límite, se sobrecalentaban tanto que provocaban esos incidentes.



La seguridad ha sido el único motivo de este cambio, pero Pirelli ha preferido taparlo con una mentirijilla, el bien de la competición. En las próximas carreras ya íbamos a ver dos o tres paradas con los neumáticos de 2013 porque los circuitos son menos exigentes. Obligada por las circunstancias, la multinacional italiana ha tenido que cambiar la construcción de las ruedas que tendremos hasta Mónaco. Y las sustituirá desde Canadá por las carcasas del año pasado, de kevlar, con los compuestos de este año. La construcción vieja tarda algo más en calentarse, y eso le va bien a Red Bull y Mercedes, pero se mantienen hasta final de año la actual goma tierna, muy sensible al graining. Y con, en realidad, casi las mismas características de duración. Bueno para Lotus y Ferrari. Por eso las dos escuderías que ahora mismo van mejor en carrera están tranquilas con el cambio. En el bando rojo han admitido bien esta modificación por la pérdida de la banda de rodadura de Massa en Bahrain y el pinchazo lento que le detectaron a Alonso en Barcelona.
Ante el aluvión de quejas, Paul Hembery ha tenido que aclarar que no son modificaciones para beneficiar a Red Bull: "Ha habido preocupaciones de algunos equipos sobre la posibilidad de que hayamos favorecido a algún equipo sobre los demás, pero no creo que vaya a ser ese el caso. Esos cambios los ha hecho Pirelli, nadie más".
Y puede que Red Bull vuelva a quejarse porque no ha logrado sus objetivos, quería terminar con las ruedas de 2013 por completo. Ovidarse del graining que les impide reglar sus coches para lograr las poles. De hecho, atenazada por las presiones, la multinacional italiana ensayó un neumático superduro experimental en Montmeló que se habría convertido en la base de toda una nueva gama de compuestos de no ser en pista un absoluto desastre. Eso sí que le habría entregado el título mundial a Vettel.

lunes, 13 de mayo de 2013

“Carlos, esta la gano yo”


Alonso estaba seguro el sábado de que iba a ganar la carrera de Montmeló desde el quinto puesto en parrilla




Sábado, siete y media de la tarde. La brisa de Montmeló se ha llevado al público, a los fans, a los corrillos de periodistas. La mayoría tenían la cabeza baja después del quinto en parrilla de la estrella española. En sus cabezas resonaban una y otra vez las estadísticas. Nadie había ganado nunca en Montmeló más allá de la tercera plaza en parrilla.
Montezemolo dice que esperaban más. En velocidad pura les sigue faltando. Fernando denuncia públicamente que se han vendido mejoras de nuevo antes de probarlas. Las evoluciones que ensayaron el viernes no funcionaron. El coche es casi idéntico a Bahrain. Los de los rivales, que tampoco han mejorado, también. Pero la carrera, eterna letanía del piloto asturiano, esperaba el domingo.
Alonso sale del motorhome de Ferrari acompañado de sus padres, José Luis y Ana y de Dasha Kapustina. Me cruzo con él y le digo: “Vamos, que mañana vas a remontar, en realidad es como si salieras tercero”. Y, muy serio, me mira y me responde: “Mañana gano, seguro...” Y seguimos caminando mientras hablamos de ese último sector donde iba peor que los demás, de la salida atómica que tiene que hacer, el rendimiento en carrera del Lotus... Fernando tenía el convencimiento de las grandes ocasiones. La misma mirada previa a Hockenheim 2010, de camino a la parrilla, seguro de que iba a ganar en Alemania. Y cambiar el signo de aquel Mundial. Como el de éste.
Y llegó el domingo, con Alonso entregando sus guantes a la grada en la parada de los pilotos, dándoles la mano, dejándose querer... Miles de aficionados (más españoles de los que dicen las estadísticas, por lo menos la mitad de la grada) que se levantan al paso del Ferrari de camino a la parrilla, pitan a Vettel, aplauden a Raikkonen, guardan silencio con Hamilton, viven apasionadamente la F-1. En la parrilla, a Fernando le vitorean desde la grada, habla con Stella y se marcha al box. Allí se sienta en su asiento Recaro en el box y charla un rato con Fabrizio Borra, su fisio y su mánager, Luis García Abad. Allí, en su lugar favorito del circuito, escapa de la olla a presión de la parrilla. Se toma su tiempo y, como siempre, es de los últimos de montarse al coche con una consigna: pasar como sea a Raikkonen en la primera vuelta.
Lo intenta en la salida, pero el coche de Kimi sale esta vez bien y el finlandés tapa bien el interior. Con el corazón a 200 pulsaciones, Fernando intenta un plan B, pasar por fuera a Kimi, que se ha colado un pelín y tiene a Hamilton taponándole. Se coloca en paralelo, aprieta el poco KERS que aún le queda y alcanza a Lewis. La curva se cierra, ahí tendría que levantar, Lewis abre la dirección, el Ferrari pisa la línea blanca, toca lo sucio, pero Alonso sigue acelerando. ¡Tercero!. La pelouse, en pie, entra en éxtasis. Fernando, pegado a Vettel, acababa de dar el paso clave para ganar por segunda vez en su vida en Barcelona.
El resto fue un ritmo atronador y una buena estrategia que le sirvió para pasar al tricampeón después de la primera parada y acosar hasta adelantar a Rosberg a final de recta. El resto lo hizo la buena estrategia de Ferrari, con dos juegos duros nuevos y dos de medios, a diferencia de Red Bull, que abusó de unos duros retocados que no le funcionaron a nadie. Massa pudo pasar al vigente campeón del mundo gracias a ese error estratégico cometido con Sebastian. Webber fue más rápido que su compañero en una fase de la carrera al usar más el neumático medio.


Después de su último triunfo en Montmeló ganó el Mundial de 2006. Alonso, un supersticioso empedernido, lo recuerda nada más bajarse del coche: “Ojalá pueda repetirlo. Esto es algo por lo que llevamos luchando cuatro años desde que estoy en Ferrari. Estuvimos muy cerca en 2010 y en 2012 y esta temporada estoy seguro de que, si hacemos las cosas bien, vamos a pelear otra vez por el campeonato y ojalá que con diferente resultado a los dos últimos”. Termina la rueda de prensa, nos damos un abrazo y Fernando me dice: “Ves, te lo dije, te lo dije, que aquí ganaba...”
Ahora, a por el triunfo en Mónaco. Eso sí, allí la pole es decisiva y Mercedes y Vettel están por encima en ese apartado. Que llegue ya, por favor, que llegue...

miércoles, 8 de mayo de 2013

El neumático experimental de Pirelli en Barcelona puede ser otro problema para Ferrari


Si funciona, puede traer más cambios en los compuestos, un endurecimiento en toda la gama, tal y como piden, y siguen presionando sin cesar, desde Red Bull y Mercedes


Después de cambiar la elección inicial de Bahrain (del inicial blando/duro al medio/duro ) y la de los dos últimos años de Barcelona (de blando/duro al medio/duro) y Montreal (del superblando/blando al superblando /medio), Pirelli ensayará en los libres del viernes en Montmeló un neumático experimental que, si funciona, puede ser el inicio de una gama de compuestos completamente nueva. Sería más dura y mejor para Red Bull, Mercedes y McLaren. Y peor para Ferrari y, especialmente, Lotus, que han sabido gestionar mejor que sus rivales los diabólicos, y buenos para el espectáculo, compuestos blandos de esta temporada. Así lo adelanté ayer en el programa de COPE El Partido de las 12.
La comida de la presión que el equipo azul, la escudería de la estrella y Bernie Ecclestone mantuvieron con Paul Hembery, el jefe de Pirelli, en Bahrain ya surtió su efecto con las nuevas elecciones de Montmeló y el regreso parcial a 2012. Sobre la mesa de aquella comida se llegó a poner la posibilidad de regresar a los neumáticos del año pasado, con los que Red Bull volaba y, lo consiguieron, pero sólo con el que menos molesta al resto de la parrilla, el duro. Eso sí, este nuevo duro, realizado con la goma del año pasado sobre las carcasas de esta temporada le permite sobre el papel ganar a los coches azules tres segundos por carrera. El equivalente a la vuelta que tardaba el año pasado el Ferrari en calentar el compuesto (dos en total por las dos paradas en carrera) y algo peor, hablamos de dos vueltas por pit stop, en el caso del equipo de Raikkonen.
Es un golito que les han colado, pero el hecho es que Red Bull sigue presionando a una multinacional italiana que aún no ha renovado con la F-1 para que endurezca los compuestos. Así lo pide Helmut Marco, el asesor deportivo y jefe en la sombra de Red Bull: "Queremos unos neumáticos que permitan aprovechar al máximo el potencial de nuestro monoplaza". Con  reglajes más agresivos que no afecten a las ruedas el coche del líder Vettel podría ser con mucho el más rápido. Así lo reconocía, desde Ferrari, Pedro de la Rosa en Bahrain: "Sin graining el Red Bull sigue siendo el más veloz, está claro". Y en Maranello deben ejercer todo el poder que puedan para que los neumáticos de este año, que se calientan con mirarlos y no ayudan al coche de Newey, no sigan cambiando.

lunes, 25 de marzo de 2013

La gran mascarada de Red Bull


Detrás de la enorme bronca entre Webber y Vettel en Sepang pueden estar mensajes contradictorios desde boxes. Una estrategia oculta y arriesgada para que ganara de nuevo su número uno

Se fijaron las posiciones por radio ("Box 21"), cierto, pero también se perjudicó a Webber alargando su parada. Y beneficiaron a Vettel al sacarle a pista con neumáticos medios nuevos, ocho décimas más veloces que los de su compañero. A Seb se le dio alas como un cazador y de ahí su lastimoso y contradictorio mensaje; “Le pido disculpas a Webber, esta victoria debería haber sido suya, no lo hice deliberadamente. Claro que quise adelantar, pero no quiero decir con eso que me saltara las órdenes del equipo... Fue un grave error por mi parte, aquí soy yo la oveja negra”.
Y, más allá de las caras serias en el podio y los insultos desde el coche entre los pilotos, ahí está el dedo corazón levantado de Webber y el fluido verbo de Seb cuando casi se tocan (“he pasado miedo, ha sido un estúpido”), veo un equipo jugando un doble juego que a punto estuvo de estallarles en las manos. Si de verdad no querían que su número uno intentara adelantar, ¿por qué le dieron las armas para hacerlo?, y otra más, ¿por qué frenan a Webber en su primera vuelta de salida de boxes? O podemos ir más allá, sobre porque no cierran el conflicto como sí lo hicieron después de que Mark, que finalmente cedió, le mandara al tricampeón del mundo al muro. La batalla sólo se terminó del todo cuando Vettel era líder.
Mi opinión sobre lo que pasó ayer es que en el muro púrpura se enfadaron por los riesgos innecesarios que tomó su líder al intentar pasar al coche. Y porque Webber se puso en modo Estambul 2010 y le complicó el adelantamiento todo lo que pudo. Entonces Sebastian terminó fuera.
Pero no les molestó, ni mucho menos, que Vettel, ganara ayer la carrera. La obsesión del equipo de Horner por parecer que no dan órdenes de equipo o que, como en este caso, son capaces de dárselas a favor de su segundo espada, dejó a sus pilotos enfrascados en una guerra civil. Y lo que se oyó por radio de Horner por radio es la purad verdad: “Habéis hecho una tontería”. En la antesala del podio Newey criticó al tricampeón por su movimiento, pero también le dijo que pidiera disculpas. Y Webber escenificó su enfado: “Box 2-1”. Y luego sobre el cajón, Mark dejó clara la traición, finalizando con un glorioso: “Lo siento por Fernando”.
Pero si analizamos a todos los actores, hay un tufillo raro. Un sobreactuado piloto australiano que dice que en las últimas quince vueltas se le pasaron muchas cosas por la cabeza, incluido su futuro; el tricampeón que en vez de presumir de que se merecía el triunfo intenta parecer un niño bueno y el equipo (Horner) que insiste en que Seb ha pedido disculpas y fue el único culpable. Eso sí, también recuerda que esto viene de antaño y que Webber ya atacó a su compañero en Brasil cuando le pidieron que no lo hiciera. Al final, el primer mensaje al gran público es que un supercampeón no pudo frenar su sed indomable de triunfo. El segundo, que Mark fue un hombre de equipo, pero también demasiado agresivo. Y el tercero que la escudería campeona del mundo apoyó a su segundo piloto para que ganara porque se lo merecía. Pero que como Seb es tan bueno...
Todo un teatro que esconde el objetivo cumplido, la victoria del que tocaba bajo el manto de una lucha en condiciones desiguales. Y hoy y mañana presumirán de que ayudaron a Mark, que tiene igualdad con el box de al lado. Mientras el 'afligido' tricampeón sonríe a carcajadas con otra nueva victoria para su palmarés.
En el fondo, lo que ha pasado en Malaisia se asemeja mucho a lo que sucedió en McLaren durante aquella recordada calificación del GP de Hungría de 2007. Pero con uno de los actores principales, Alonso, bastante más duro que Webber. Fernando ya sabía la mañana de aquel sábado que Hamilton no iba a aceptar ceder la vuelta extra. Hablamos de esa décima y media de ventaja que lograba el piloto que salía último a la crono.
Y es cierto que a Lewis le pidieron que obedeciera por radio, y que no lo hizo entre insultos. Pero le podrían haber frenado si de verdad hubieran querido, como en esta ocasión a Sebastian. La respuesta del piloto español hace cinco años fue una jugada preparada de antemano, retrasar en las paradas en boxes a su compañero hasta dejarle sin tiempo para dar más vueltas. Algo que no era penalizable, pero que la FIA sancionó “porque no creía” las explicaciones de Alonso. Y sin artículo del reglamento al que referirse. Tiempo después Mosley reconoció off the record que tomó la decisión de sancionar a Fernando para hacer estallar el avispero de McLaren. Fue pura política.
Igual que la tibia defensa que McLaren hizo aquella larga tarde del asturiano. Cumplieron el expediente enfadados porque fue el padre de Hamilton quien motivó la investigación, pero en el fondo lo que Ron deseaba era lo que sucedió, que a Lewis le dieran la pole y el díscolo Fernando saliera retrasado. Teatro del bueno, como Red Bull en Sepang. Hipocresía británica. Fórmula 1.
En Ferrari pecan de lo contrario, dejan muy claros sus movimientos. Pero es más honesto. En Australia dejaron fuera a Massa en la segunda parada con el objetivo de beneficiar a su líder, que además iba más deprisa y podía darles un mejor resultado en carrera.
Y en Hockenheim 2010 Fernando fue el más rápido de los dos todo el fin de semana. Pero él sí se bajo del coche como hacen los campeones. Sin pedir disculpas por ganar y recordando que él iba más rápido y que había merecido la victoria. A muchos les escoció, pero, aunque quede mal, esa es la verdad de los ganadores. Nada que ver con las caras de niños buenos y las disculpas de boquilla a sus compañeros que ayer exhibieron Vettel y Hamilton.

lunes, 18 de marzo de 2013

Melbourne 2013: Un cambio de estrategia que puede valer por un título mundial


El asturiano llegó a tener casi pasado a Massa en la primera vuelta de Melbourne, pero Felipe le metió una frenada de órdago al estilo de Hamilton y el Ferrari número tres levantó para no tocarse. Después, fue Fernando quien solicitó a Stella adelantar cuatro vueltas la parada sobre el plan inicial. El equipo aceptó y gracias a eso pudo pasar a Massa y Vettel de una tacada.


Después de tres años juntos sólo a un iluso o un inocente se le puede ocurrir pensar que Fernando Alonso no es el número uno de Ferrari. Lo dicen las diferencias abismales en puntos y en la calificación entre él y Massa. A una vuelta el resultado fue 17-2 el año pasado.
Y una carrera buena del brasileño en Interlagos 2012, en la que sin presión fue algo más veloz que el asturiano, no cambia las cosas. En Austin su coche corría más que el número cinco, aquejado de un fallo en su evolución aerodinámica. Si Felipe sigue en Fórmula 1 es por la paciencia infinta que su equipo y su compañero tuvieron con él el año pasado. Y, aunque es comprensible que le molestara parar tan tarde como lo hizo en la segunda detención, el cambio de estrategia de Fernando es de los que, al final, dan títulos mundiales. Su compañero brasileño estaba fracasando ese momento en su presión a Vettel. Era el papel de estandarte del equipo que le dieron en la primera parada, cuando se detuvo antes siguiendo la vieja teoría de que el que va delante manda. Y dejaron que Raikkonen se comiera a un Alonso que alargó una vuelta más con los neumáticos en las lonas.
Melbourne es la ciudad que más le gustaría a Vivaldi, de una calle a otra se cambia de estación al ritmo de las nubes, del viento, el río y el mar... Junto al Yarra pasea media Fórmula 1 y da para comentar en corrillos los temas del día. Acongoja el ritmo de Lotus (no así su calificación), Red Bull tiene un problema con su concepción de monoplaza para unas ruedas que se calientan solas y siempre falla el coche de Webber. Además, se habló de los problemones de McLaren (ojo que podrían volver en Barcelona al concepto 2012)... Y el calentón de Felipe con la estrategia.
Me harté de contar en directo ayer que era un error que Massa fuera tan beligerante, que no pueden jugarse un accidente y que, salvo que pasara a Vettel, tenía que detenerse después en la primera parada. Pero al decir eso, en el reino del buenismo te señalan inmediatamente como un ultra indigno.
Sin embargo, cuando le preguntas a una de las figuras más respetadas del paddock entonces las miradas que te rodean cambian. Para mantener el off the record no diremos su nombre, pero esto es lo que piensa la gente que sabe: "En la Fórmula 1 moderna no queda tiempo para el romanticismo. Lo de Prost y Senna sólo se puede hacer con un coche infinitamente superior al resto. Si tuvieras a dos pilotos como Alonso y Vettel podría ser lógico que lucharan entre ellos, pero cuando hay mucha diferencia, sobre todo en carrera, entre tus dos pilotos, debes apostar claramente por el mejor, el que te puede dar más cosas. Sólo se puede ganar un Mundial con un número uno y un dos bien definidos".
El capuccino baja de nivel mientras nuestro interlocutor prosigue su disertación en su idioma materno: "No sé si Alonso habría ganado de pasar rápido a Massa, pero sus tiempos sí que se resintieron con tráfico, y la decisión que después tomó Ferrari de adelantar la segunda parada de Alonso fue la más correcta". De haber resuelto el conflicto rojo ya en la primera parada, el asturiano sí que podría haber intentado ir a dos como Raikkonen. Aunque todos en el paddock creen que Iceman podría haber apretado aún más el ritmo con su velocísimo Lotus.


Un equipo donde, por cierto, sonríe feliz Manuel Muñoz, el ingeniero español de Pirelli asignado a la escudería británica, y decisivo a la hora de cantar a los ingenieros del equipo de negro las vueltas que le quedan al neumático en las tandas largas. Y también en la decisión de optar por hacer dos paradas sí o sí.   Este catalán de 35 años criado en Alcalá de Henares sabía que sufrirían a una vuelta, pero que optaban a todo. También en Ferrari. Algo olía a podrido en Red Bull... Y no era sólo el KERS, que acabó con los sueños de Webber en los primeros metros.



Alonso jugó al baloncesto para relajarse

En cualquier caso, que nadie piense que hay mal rollo en Ferrari. Más bien al contrario, después de un comienzo mejor de lo esperado. De hecho, Massa no quiso entrar en más polémicas horas después de la carrera y Domenicali atribuyó la decisión de la parada enteramente al equipo: "Vimos que Fernando tenía problemas con el tráfico, con Massa y Vettel y fue la manera de que pudiera ir delante con aire limpio y colocarse líder. Con Felipe nos equivocamos al alargarlo por una vuelta, son cosas que pasan". El domingo por la noche sus pilotos disfrutaron de la fiesta de arranque de la temporada y hoy han jugado al baloncesto. De la Rosa iba en un equipo y Alonso en otro. Ganó el de Pedro y el catalán presumió de llevarse los cincuenta euros de la apuesta.