lunes, 26 de noviembre de 2012

A cuatro puntos del milagro

Alonso terminó segundo en Interlagos. Él y Ferrari fueron mejores que Vettel (sexto) y Red Bull en la dramática carrera final de clima incierto, pero no fue suficiente


Erguido junto al F2012, su mirada perdida exhalaba dolor. Y orgullo. El mismo de millones de españoles que acababan de verlo por televisión. Fernando Alonso se vació en el Mundial de sus sueños hasta quedarse a las puertas de la gloria. Sólo tres puntos le separaron de un título mundial que se esfumó un desgraciado fin de semana en Suzuka. El día que el mejor amigo en el paddock de Vettel (según palabras del alemán) se chocó con Alonso y le obligó al abandono. Sin premeditación, por supuesto.
Sin ese accidente Fernando habría terminado segundo o tercero en Japón, y ayer habría quemado la noche de Sao Paulo para festejar su tercer título. Es la pelota del destino, se tambalea en la red y, en función de donde caiga, cambia las vidas de sus protagonistas. A Alonso la caprichosa diosa fortuna le debe dos, en 2010 y 2012, y a la tercera será la vencida.
Este año los dos habían tenido problemas mecánicos, fallos de sus equipos y a Sebastian sólo le faltaba que alguien se le llevara por delante por salir atrás. Algo que pasó ayer. Estuvo timorato en la primera curva, se quedó séptimo, le tocó Senna y su coche, dañado en la zona del escape izquierdo, siguió tan campante. A Fernando eso mismo le costó un abandono. Maldito Suzuka. También por la increíble no sanción a Vettel en calificación.
El piloto germano se proclamó ayer el tricampeón más joven de la historia y podría ser el nuevo hombre récord de la F-1 si el asturiano y Ferrari no le ponen freno. La carrera fue la muestra de lo que es Sebastian, un rapidísimo piloto subido en un avión, pero que no puede pensar en el coche. Del toque inicial se recuperó de manera soberbia hasta colocarse quinto. Algunos se apartaron... esa falta de profesionalidad empieza a ser ya una lacra crónica de la última carrera del año. Pero supo remontar.
Sin embargo, en cada circunstancia cambiante de la pista, como la salida del coche de seguridad, Seb se enfriaba y perdía comba. Le superaron Kobayashi y un desatado Massa. Y después él y su equipo se equivocaron al poner ruedas de seco cuando estaba para mojado. Se quedó séptimo a las puertas del desastre.
Delante Alonso luchó contra un coche que no estaba en condiciones para optar a la victoria. Como siempre, por cierto, desde el mes de julio. También tuvo un par de errores en forma de excursión con una pista llena de trampas para todos. El primero le costó perder plaza con Hulkenberg y casi otra con Webber en una batalla a cara de perro.
El piloto de Force India fue la sensación de la carrera, un maestro en mojado que hizo media carrera en seco mientras lloviznaba, igual que Button, y al que su único error le costó demasiado caro. Se le fue el coche mientras batallaba con Hamilton y terminó por llevárselo por delante. Lewis se retiró y a Nico le sancionaron con un paso extra por boxes. Alonso, que no podía subir más allá de la cuarta plaza, se colocaba de golpe en el podio y detrás de Massa. Y Felipe, soberbio escudero ayer, le cedió la plaza, colocándole a las puertas de un sueño que al final no se cumplió. Justo detrás de Button. Vettel tendría que haber terminado octavo para que el asturiano ganara el título mundial.
Al final fue sexto y se fundió en un abrazo con sus mecánicos, después de romper en lágrimas por su carrera más estresante. Y llena de altibajos. Su supercoche iba menos bien en seco después del golpe, pero sí en agua y, en el tramo final, no cesó de llover. Ecclestone, amigo personal de su jefe Horner, fue corriendo a abrazarle mientras Alonso recordaba quien era el piloto reconocido por todos como el número uno de la F-1 actual. Más allá de la mécánica y los números.


miércoles, 7 de noviembre de 2012

La remontada de la fortuna

Vettel recuperó desde la línea de boxes, y no sin algunos errores, hasta la tercera plaza gracias al ritmo de su Red Bull, su rapidez y dos afortunadísimos coches se seguridad. Alonso le recuperó tres puntos




Vettel en el GP de Abu Dabhi 2012. De la penúltima plaza a la tercera aliado con la fortuna. Y los datos lo demuestran. Al alemán se le avería en la salida el segundo coche que tenía que pasar, el de Pedro de la Rosa. También sale, como él, desde boxes. En unas primeras vueltas preso de los nervios se toca con Bruno Senna. Daña su alerón. Los Petrov, Glock (alemán), Pic y compañía poco pueden hacer. Rosberg, otro posible enemigo difícil de pasar, vuela por encima de Karthikeyan.
Está 13º en ocho vueltas y la salida del segundo coche de seguridad en la historia de este circuito le beneficia para hacer una parada extra y cambiar la pieza dañada. Vuelve a pista 22º, y con Hulkenberg, otro de los posibles coches difíciles de pasar, fuera de combate. Y, lo que es mejor, está a sólo 12,8 segundos de la cabeza en lugar de los 24 a los que se encontraba antes del primer incidente. Fue la remontada de la fortuna.
Con el coche de seguridad aún en pista, y los F-1 circulando a baja velocidad se le va de las manos su monoplaza, destroza un letrero y milagrosamente no se choca con el muro o con Ricciardo, que le precedía. Segundo error grave. Con ruedas blandas frescas y el mejor coche de la parrilla, vuelve al ataque en la reanudación, adelanta por fuera a Grosjean (brillante oposición la suya, sin componendas) e incumple el reglamento. Tercer fallo.
Charlie Whiting, el director de carrera, le perdona un paso extra por boxes y se conforma con que vuelva a cederle la posición al piloto francés. Eso sí, se la cede para cogerle el rebufo a continuación y pasarle. Llega hasta Schumacher y éste se deja pasar con el himno nacional alemán en sus oídos... Antes de encontrarse con Michael, a Sebastian se le había apartado uno de los pilotos de su equipo B, Toro Rosso, Daniel Ricciardo. Y pronto le quitaría su equipo de en medio a Webber. Vettel estaba séptimo en la vuelta 26. Faltaban sólo unos minutos para que Massa se autoborrara con un tremebundo trompo después de tocarse con el piloto australiano.
Las blandas se le acaban y 'Seb' vuelve a detenerse en la 37. Su ritmo con pista libre fue tan atronador que, después de esa parada, regresa cuarto detrás de Button. Caen Pérez y Maldonado en ese trayecto por boxes. Y el alemán llega a estar a 14,6 segundos de Jenson antes del último golpe de suerte. Otro coche de seguridad y Sebastian recorta de golpe 12,4 segundos. A las puertas del podio.
Eso sí, le costó horrores pasar al McLaren... Hasta que lo logró a cinco vueltas del final. Se aprovechó de un despiste del inglés. Antes vivimos la avería de Hamilton cuando iba primero.
Eso fue lo único que le sonrió a Alonso, que remontó a base de riñones del sexto al segundo con un coche que sólo fue veloz en el tramo final de carrera. Y llegó a estar a 1,2 segundos del ganador Raikkonen (primer triunfo en su regreso), pero a base de derrapadas y ya casi sin ruedas. Para el recuerdo, el espectacular adelantamiento de Fernando a Webber.
Un podio que le dejó satisfecho: “Estoy orgulloso de mi equipo. Íbamos a perder seis u ocho puntos y al final hemos ganado tres. No vamos a poder plantar cara a Red Bull mecánicamente en lo que queda de año, no vamos a encontrar ahora un botón mágico, pero tenemos un equipo mejor. Vettel ha tenido mucha suerte para terminar tercero. Por muy rápido que vayas debes tener mucha fortuna. Sin lo de Spa y Suzuka estaría 30 puntos por delante de Vettel, esos puntos llegarán tarde o temprano”. Está a diez a falta de dos carreras.