miércoles, 6 de octubre de 2010

Sushi, pánico sobre ruedas y la última de Massa

Hola a todos

Y vamos a lo que nos espera este fin de semana en Japón. Escribo estas líneas preso del sueño. He dormido apenas dos horas de las quince de viaje e intento aguantar como sea para irme pronto a la cama y adaptarme al cambio horario. Por primera vez el hotel esté en Suzuka y es un alivio. Ayer vimos a Fernando Alonso y estaba tranquilo, pero mantiene el aire ausente de las últimas carreras, imbuido de la misión de ganar el título. Con el asturiano pude hablar de bicis, de restaurantes cerrados y nada de Fórmula 1. Han clausurado el Campanella, un italiano de su hotel que le trajo buena suerte en 2006 y en el que repite cena desde hace años el día antes de cada carrera. Es como la pizza con cebolla (que no le gusta), pero repitió este año en varias cenas en Monza. Superstición le llaman.También hablamos algo de la carambola de los números del fin de semana, pero él sólo sonríe tímidamente, y no quiere nombrar la palabra victoria, como ya hizo en las dos anteriores carreras.

En esta jornada que empezó en martes y acabó en jueves, viajé en coche desde Nagoya con mi compañero Álvaro Faes, de La Nueva España, y, al equivocarnos en un cruce, nos vimos con dos filas de coches en dirección contraria. Lo curioso es que nadie pitó. No me imagino la que nos hubiera caído en España. 
Alonso llegó al circuito a las cuatro menos cuarto de la tarde, se reunió con su inseparable ingeniero, Andrea Stella, y dio varias vueltas de reconocimiento a una de las pistas de sus amores, que apenas tiene unos ligeros cambios en uno de los bordillos. Ahi están sus eses, temibles (y que han inspirado al asturiano en la zona más técnica de su circuito de karts), el spoon, la 130 R y la frenada de la chicane. La vida pasa muy deprisa en el trazado nipón. Es una mezcla de Spa y Silverstone, es decir, Red Bull en estado puro. Mezclarse entre ellos suena a hombrada. El F10 presenta algunas mejoras, pero sus rivales también. Pude saludar también a Jaime Alguersuari, que reconoció el circuito a la carrera y tiene la moral a tope después de las siete décimas por vuelta que le han mejorado al coche en los últimos grandes premios. Aspira sin tapujos a los puntos. Se echa de menos a De la Rosa, en su segunda casa, pero ya trabaja en el proyecto de Pirelli. El padre de Kamui Kobayashi reparte sushi en la sala de prensa y Telmex millones de euros para subir en 2011 al, por otra parte, brillante Sergio Pérez. Todo esto en el circuito de la noria, de Senna y de Prost, de la pasión irracional por la Fórmula 1, los coches con forma de cubo y los navegadores enormes en utilitarios de tres al cuarto.
El día nos dejó también la rebelión de Raikkonen contra los ecos de sirena de Renault, según él falsos: "No correré seguro con ellos". Y las palabras de Massa el rebelde: "Por supuesto que no seré el segundo Rubens Barrichello de Ferrari. Si eso ocurre, dejaré de pilotar. No voy a correr para sólo aspirar a ser segundo. Fernando es muy bueno, está claro, pero no es mejor que mis otros compañeros de equipo. Es mi culpa no haber estado tan bien como solía. He tenido graves problemas con las ruedas. Por mi estilo de pilotaje, incluso los neumáticos blandos son demasiado duros. Y muchos otros pilotos tienen el mismo problema. No creo que Michael se haya olvidado de cómo pilotar". Y contestó a desgana sobre su forma de ayudar a Alonso: "Si estoy delante de los rivales, pero detrás de Fernando, les quitaré puntos, y eso le puede venir bien".
Así habla el hombre al que Montezemolo le ha pedido compromiso para que el asturiano sea campeón (las declaraciones son anteriores a las palabras de su jefe). Me temo que el piloto de Sao Paulo quiere ganar en Interlagos, aunque fastidie la corona del verdadero número uno de la escudería. Es humano, pero puede levantar la furia del presidente de Ferrari.


PD: Respecto a la entrega anterior, que nadie de los que no he nombrado se me enfade. Me ha alegrado leer de nuevo a Sole, una auténtica artista, y no, no me olvido de la fenomenal sección de infografía, ni los informáticos, maquetación o documentación. El saludo era para todos mis antiguos compañeros.

3 comentarios:

  1. Muy buenas Carlos. ¿Te acuerdas de mi? Tal vez debería llevar mi otro nick: Justiciero F1.

    Hay tantas cosas que me gustaría comentarte que solo te preguntaré una. ¿Por qué motivo la prensa creyó que tú eras el Justiciero?

    Atte. MiniDrivers

    ResponderEliminar
  2. Pues sí, hay muchas cosas de las que hablar. Tal vez lo dicen por tus(vuestras)conversaciones con ellos o porque salí en defensa de Fernando en Alemania

    Pero, lógicamente, no soy yo

    ResponderEliminar
  3. Pues cuando quieras hablar yo encantado. Sabes cómo localizarme, y es más, ahora dispones de más medios: twitter, sabes dónde encontrarme...

    ResponderEliminar